Papá, ¿por qué somos del Real Madrid?

¡Ayyy! !Pero qué disgustos me das, hijo mío!


Mis primeros recuerdos como madridista son vagas imágenes de un niño cabreado dando botes al haber marcado un gol el Real Madrid y al rato apagaba la radio porque el Madrid iba perdiendo.

Debía tener unos 6 o 7 años y el partido tuvo que ser un Real Madrid-Barcelona o viceversa, más que nada porque mis tíos estaban en casa, al menos eso recuerdo, y esto solo ocurría un sábado cuando tenía lugar tal acontecimiento. El caso es que el Madrid palmó, lo cual sirve para desmitificar uno de los grandes tópicos antimadridistas: todo madridista es del equipo capitalino por comodidad, porque es lo fácil, porque es el que suele ganar...

No señores no, ser del Madrid no es tan sencillo Sé que a un atlético esto le podrá parecer un concepto abstracto o cubista, pues el atlético se cree en posesión del sufrimiento balompédico por excelencia y como si de un Atlas se tratase, piensa que su pesada carga es una virtud que le engrandece y dignifica por encima del exitoso señorito blanco. Sí, sí, seguro...pues anda que no he sufrido yo con el Madrid ¡Válgame Dios!

¿O es que hemos olvidado aquellos partidos de Tenerife con Buyo "El Gorrillas" dando todo un recital operístico para mayor gloria del barcelonismo? ¿Y qué me dicen de esas palmadas, que no empalmadas, contra equipos como el Rayo Vallecado en el Bernabéu, el centenariazo contra el Deportivo, la goleada del Zaragoza en casa, el Zaragoza ganando la final de Copa del Rey, el Zaragoza cascándole goles como soles al Madrid en la Romareda (joder con el Zaragoza), los goles de Morientes con el Mónaco en Champions, el 2-6 del Barcelona...?

No, y mil veces no. Ser del Madrid, en muchos sentidos es una putada. Levantas ampollas con tu sola presencia, todos te quieren ganar como método infalible para salvar la temporada, te quieren ridiculizar pero sobre todo y ante todo, eres el enemigo público number one. ¿Y por qué? Pues muy fácil, porque para bien o para mal, eres referencia. Me imagino que si mi amigo Laportera leyera esto abriría los ojos como platos y soltaría espuma blanca por la boca, sin embargo no es una afirmación desde el imperialismo mesetario. Para nada. Es una constatación empírica basada en un hecho incontestable; ninguno de esos clubes y aficiones que te señalan con el dedo, que te acusan de chulo mientras te tiran piedras al autobús, demuestra ser mucho mejor que tú cuando están a tu altura.

No voy a hablar del Barcelona en este sentido. Porque ¿para qué? Piqué ya me ha dado la razón un par de veces en menos de dos meses. Mejor me centro en otros clubes, como por ejemplo, el Deportivo de la Coruña.

Ahhhhh, La Coruña, qué bonito con sus farolas rojas, el mar...(aunque se come mejor en Santiago de Compostela) Ese lugar que evoca historias celtas al ritmo de gaitas ¡Espera! ¿Qué es eso? ¡Coñó que es una piedra! ¡No jodas una piedra, que nos están tirando el monte encima! Debieron gritar desde el autobús del Real Madrid con los primeros rocosos recibimientos a la comitiva blanca, allá por los 90.

Pues sí, amig@s una de las grandes cunas del madridismo, Galicia, con el gran Amancio a la cabeza, mutados en antimadridistas. ¿Y por qué? Pues muy sencillo, porque un equipo, ya sea el Deportivo o más recientemente el Sevilla, cuando asoma cabeza al éxito convierte el respeto en envidia y cierta admiración en odio. El odio por querer ser como tú. ¿Y qué hacen cuando consiguen un título? Pues unos se acuerdan del Madrid y otros, lejos de demostrar una actitud "humilde" se vuelven los chicos malos del barrio, te miran por encima del hombro y te restriegan en las napias sus logros. En resumidas cuentas, se vuelven prepotentes, desde el sentido imperialista de la palabra.

Si es que ya lo decía Jesús, pero no Gil, sino el otro "Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra". ¡Coñó! ¡Las piedras otra vez!

Así pues, ¿quién dijo que ser del Real Madrid era "lo fácil"? Una polla como una cebolla. Ser del Real Madrid mola, pero tener que aguantar a los antimadridistas es peor que una hemorroide en la boca...

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