Echados a perder

Tristán, problamente celebrando un gol contra el Madrid...el muy....

Hay jugadores que por H o por B, mejor dicho, por X o Y (por aquello de las sensibilidades políticas) se echan a perder. Pero en este caso no voy a hablar de alcohólicos reconocibles como algunos brasileños o camisinhos, sino simplemente de esos jugadores cuya chispa, sin razones aparantes, se va cual cántaro a la fuente.

Diego Tristán es uno de estos casos.

El sevillano era uno de esos futbolistas que aparecía en todas las quinielas de traspasos durante los veranos a principios de siglo XXI. El primer día que le ví jugar, allá por 1998 en el Mallorca B, me percaté de un delantero grandote que, lejos de ser un tronco, demostraba grandes cualidades técnicas, buenos movimientos y sobre todo capacidad para generar peligro en el área rival sin esperar el remate, cual palmeril ariete.

Aquel día, tras una jugada personal y vaselina incluida, metió un señor gol. Obviamente no duraría mucho en el filial del Mallorca y en la temporada 98-99 daría el salto al Real Club Deportivo Mallorca, anotando 18 tantos en Liga.

Después vendría el Deportivo de la Coruña, cuando Florentino Pérez, recíen llegado a la presidencia del Real Madrid no quiso hacer efectivo el traspaso con el Mallorca. Acuerdo firmado por Lorenzo Sanz, por unos 3.000 millones de pesetas, y que el O´Galáctico Pérez terminó rechazando.

Cuentan las malas lenguas que se debió a una conversación entre Pérez y el propio Tristán, en la que Florentino, muy preocupado por la azarosa vida del sevillano, le preguntó al ariete sobre su privacidad nocturna, a lo que Diego le contestó con un "¿Usted quiere un delantero o una monja?". Obviamente una réplica de tal magnitud no podía caer en saco roto, y Tristán cogió las maletas para Galicia aquel mismo verano. Eso sí, años más tarde, una esperpéntica no-boda de Ronaldo, el gordo, en mitad de la temporada estaba perfectamente justificado...por aquello del marketing se entiende.

Después de ser pichichi en la temporada 2001-2002, con 21 golitos, amargarle la fiesta al Real Madrid, ese mismo y maldito año con el "Centenariazo", ser internacional o ser testigo de otro petardazo en el Mundial de Korea, esta vez con un árbitro de por medio, la estrella del bueno de Tristán se fue apagando.

Finalmente en 2006 su paso por el Deportivo terminó y empezó el periplo o mejor dicho el calvario por España y Europa. Mallorca de nuevo, Italia, Inglaterra...

Ya nunca volvió a ser aquel delantero que metía golazos desde la frontal, hacía vaselinas con enorme clase, metía chicharros de cabeza y a los madridistas nos jodía vivos cada vez que el Madrid iba a Riazor.

Ay, ay, Tristanillo...tu compadre Luque ha terminado igual...

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